Durante más de 40 años, ARAPF ha liderado la prevención y concienciación sobre los riesgos de los medicamentos ilícitos. Este esfuerzo impulsó leyes clave como la No. 22-06 y el apoyo en el proceso de la No. 17-19, fortaleciendo la lucha contra el contrabando y la falsificación en el sector.
Durante el evento, Juan José Alorda, presidente de ARAPF, destacó el impacto crítico del comercio ilícito de medicamentos en la salud y seguridad de la población dominicana, así como en el desarrollo económico del país. Alorda aprovechó la ocasión para felicitar a la Dirección General de Aduanas (DGA) por el esfuerzo continuo en combatir estas prácticas ilícitas, subrayando la importancia de mantener una colaboración sólida entre las autoridades y el sector privado para erradicar este problema.
"En ARAPF reafirmamos nuestro compromiso con la salud y seguridad de la población. Hemos trabajado durante más de cuatro décadas para promover el respeto a las leyes, las buenas prácticas y la colaboración con las autoridades, porque el comercio ilícito de medicamentos pone en riesgo vidas y genera competencia desleal que afecta a toda nuestra sociedad", expresó Alorda.
Aportes de ARAPF en la lucha contra el comercio ilícito
ARAPF ha liderado importantes iniciativas para fortalecer la seguridad sanitaria en la República Dominicana. Entre sus logros más destacados se encuentra el impulso a normativas clave como la Ley No. 22-06, que penaliza y criminaliza la comercialización de medicamentos ilícitos, y la Ley 17-19, diseñada para combatir el contrabando y la falsificación de productos regulados, estableciendo un marco legal robusto para enfrentar estas prácticas.
Además, la asociación ha desarrollado campañas de concienciación orientadas a prevenir e informar a la población sobre los riesgos asociados al consumo de medicamentos falsificados, contrabandeados, adulterados o de dudosa procedencia. Estas iniciativas han sido fundamentales para alertar sobre los peligros que representan para la salud pública y fomentar un consumo responsable.
En el ámbito institucional, ARAPF ha colaborado activamente en la creación de la Comisión Interinstitucional para la Prevención y Combate contra Medicamentos Ilícitos, establecida mediante el Decreto Presidencial No. 344-09. Este esfuerzo ha permitido coordinar acciones conjuntas entre diversos sectores, incrementando la efectividad en la lucha contra estas prácticas ilegales.
Estos esfuerzos han logrado una significativa reducción del comercio ilícito en el país, estimado actualmente entre un 15% y un 20%, en comparación con el promedio regional de 30%.
Hacia el futuro: un llamado a la acción
ARAPF hizo un llamado a las autoridades a redoblar esfuerzos en la inspección de productos de salud en puertos, aeropuertos y plataformas de comercio electrónico, asegurando el cumplimiento de los registros sanitarios y estándares legales. Además, propuso establecer criterios uniformes en la vigilancia y compartió un protocolo diseñado por la asociación para facilitar el trabajo de las autoridades competentes.
"La lucha contra el comercio ilícito de medicamentos es una tarea de todos. En ARAPF seguimos comprometidos a trabajar junto a las autoridades y a todos los actores clave para proteger la salud de nuestra población y garantizar un entorno de competencia justa en el país", concluyó Alorda.
Sobre ARAPF
La Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos, Inc. (ARAPF), creada hace 75 años con la finalidad de agrupar y representar a las empresas del sector, así como promover la constante actualización y mejoramiento de la actividad en el sector salud de República Dominicana, colaborando con el desarrollo del país, especialmente en el ámbito de la salud. Desde su fundación, ARAPF ha convocado al sector para luchar contra el comercio ilícito de medicamentos y productos vinculados a la salud, aunando esfuerzos con las autoridades dominicanas y a través de sus asociados ser proveedores de productos de alta calidad para garantizar el bienestar de los dominicanos. En el desarrollo del comercio, ARAPF promueve la libertad de empresa, la libre competencia, el respeto al derecho de patente y la práctica de la más elevada moralidad según lo hace constar en su Manual de Buenas Prácticas para la Industria Farmacéutica, y brinda su cooperación en los programas de salud diseñados por las autoridades nacionales.
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