Comunidades creadas hace 30 y 40 años nunca habían recibido agua potable y hoy ya cuentan con el líquido en cantidad y calidad adecuada
La política hidráulica que está implementando el Gobierno, a través del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) han sido notoria, llegando a impactar a miles de dominicanos que nunca habían recibido agua potable en sus hogares. Cuando Wellington Arnaud llegó a la institución encontró un INAPA prácticamente inactivo y sin un plan de ejecutorias que permitiera suplir la demanda de agua que necesitaban las comunidades del país.
Es ahí cuando inicia un plan para la readecuación de los procesos de la institución que ha permitido desarrollar con transparencia una agenda de proyectos que incluyen la readecuación de las redes, construcción y reparación de acueductos y plantas de tratamientos, cumpliendo así la meta del presidente Luis Abinader, de llevar agua de calidad a cada hogar dominicano.
En poco menos de tres años las obras desarrolladas en las provincias del país son notorias, siendo una de las más recientes la entrega del Acueducto del municipio de Haina, provincia San Cristóbal, con el que se benefician al menos 180,000 habitantes que tenían más de 30 años esperando una solución definitiva a la escasez de agua que padecían. Solo en esta obra el Gobierno ejecutó una inversión de RD$ 420 millones, buscando impactar a los residentes en los sectores de Villa Penca, Villa Elisa, Barsequillo, Piedra Blanca, Barrio Concepción y La Cerca, entre otros que forman parte de esa importante ciudad.
Dentro de las obras del INAPA también se destaca la ampliación del Acueducto Múltiple de Peravia, cuya obra era reclamada por más de 20 años por las comunidades de Matanza, Paya, Arroyo Hondo, Los Tumbaos y Quija Quieta. Y es que como el mismo Arnaud dijo en una de las inauguraciones: “Ahora se está haciendo mucho con poco”.
Pero esas obras no solo incluyen la construcción de acueductos, también redes de distribución, instalación de tuberías y colocación de cometidas. Se destaca también la puesta en marcha del acueducto de Villa Altagracia, con una inversión que sobrepasa los RD$ 800 millones, beneficiando a unas 100,000 personas.
La inversión forma parte de los más de RD$ 20, 000 millones que ha destinado el Gobierno para impulsar la política agua, con infraestructuras en todo el país que han permitido mejorar la calidad de vida en decenas de comunidades lejanas del país que nunca habían recibido el líquido. Con estos trabajos para mejorar el sistema agua en las provincias, el INAPA no solo suple el líquido, sino que también aporta al desarrollo económico de los beneficiados, quienes ya no tendrán que invertir en su compra para suplir sus necesidades, experimentando un ahorro considerable en el gasto de bolsillo que se traduce en mejor calidad de vida.
El agua es un bien y un derecho que el ciudadano debe tener garantizado, y es por eso por lo que el director de INAPA, Wellington Arnaud, ha decidido poner todos sus esfuerzos para llevar soluciones reales a las provincias que padecían las precariedades de nunca haber tenido el privilegio de que se instalara un acueducto en su comunidad con un uso transparente y racional de los recursos.
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