Leonel ataca Proyecto de Ley de Trata porque sirve a sus codicias políticas

By Mario Antonio Lara Valdez. 

Santo Domingo. La oposición del expresidente Leonel Fernández al proyecto gubernamental de ley de trata tiene un propósito proselitista que aprovecha para su beneficio, explotando el profundo celo de los dominicanos por la preservación de su soberanía y el amor a su tierra. 

El exmandatario se sirve de la tragedia humana que sufren infinidades de personas, víctimas de la trata y el tráfico ilegal de migrantes, manejando  los hechos cuando alega que el gobierno complace a organismos internacionales vinculados con migraciones y refugios, bajo auspicios de Naciones Unidas. 

El presidente de la Fuerza del Pueblo está centrado pidiendo al presidente Luis Abinader que no reintroduzca el proyecto de ley de trata, alegando que es innecesario. 

Para esto genera una ola de confusión, combinando asuntos migratorios con el tema de refugiados, mientras ignora la posición tajante del presidente Abinader de no firmar la Declaración de Los Ángeles sobre migración y refugio, al entender que tenía cláusulas lesivas al interés nacional.

La deducción más precisa sobre esto es que Fernández entiende que de reconocer este gesto del presidente elevaría su popularidad, mientras a él le perjudicaría en sus fines políticos, prefiriendo torcer el tema a su provecho como candidato único de su partido.

 Pretende seguir confundiendo al decir que el anteproyecto de trata que presentó el Gobierno regula el refugio y el asilo, una versión falsa porque se sabe que el país tiene una legislación al respecto. 

Una prueba del manejo de la falsedad o  estrategia con fines  electorales por parte del expresidente para confundir a la gente lo demuestra cuando trata sobre la tipificación del delito y critica al gobierno porque, presuntamente, contempla la esclavitud.

 Sobre esto, Fernández pasa por alto, a conveniencia política, que sus segundo y tercer mandato se rigieron por la aún vigente Ley 137-03 y el Protocolo de Palermo, ratificado por él en el año 2006. Esa ley define a “la esclavitud o prácticas análogas” como conductas con las características de la trata de personas. 



Leonel Fernández cometió otra pifia en sus ataques al proyecto presentado por el gobierno, al referirse al caso de las víctimas de trata y al tráfico ilícito de migrantes. 

Primero trata de crear una nube de confusión, dejando entrever que a todos aquellos que ingresen al país se le aplicaría el principio de no devolución. Mezcló ambas cosas y dejó la falsa de que el gobierno trata de abrir las puertas para la presencia masiva de migrantes.

Lo que el proyecto establece es que son las personas víctimas de trata las beneficiarias de los programas de atención, asistencia y protección, y del principio de no devolución.

 En el caso del tráfico ilícito de migrantes, lo que pretende el proyecto es perseguir a personas o entidades culpables de ese delito, mientras que a aquellos objetos de la infracción no se les reconoce como víctimas ni reciben beneficios.

Para mantener el tema y sacar provecho político, Fernández evade aclarar que los menores de edad y personas con discapacidades psíquicas o mentales víctimas de tráfico ilegal de migrantes son beneficiarios de los programas de atención, asistencia y protección temporal, esto porque, al ser extranjeros, califican para devolución.  

Es una simulación típica de los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana que desde el año 2004 gobernaron durante cuatro periodos consecutivos, permitiendo la entrada masiva de cientos de miles de migrantes ilegales y echaron a un lado todos los reglamentos del régimen migratorio nacional.

 Mientras tanto, durante sus dos años y medio de gobierno, el presidente Abinader ha mantenido una postura invariable en defensa de la soberanía ante un escenario de presión internacional asi como un Haiti que tocado fondo y estos aspectos le ha tocado defender los intereses del país, sentando la gran diferencia con las administraciones pasadas.

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