Un experto en Derecho Administrativo calificó al expresidente Leonel Fernández de adoptar una conducta neonazista y neotrujillista al momento de discriminar razas, dejando atrás por asuntos de ambiciones políticas posturas más correctos del pasado.
El doctor Olivo Rodríguez Huertas, experto en Derecho Administrativo, comparó en el programa de Pablo MacKinney La Entrevista, la visión política y el comportamiento de Fernández, al igual que de uno de sus principales aliados, Vinicio Castillo Seman, de ser idénticas a las que tienen los neonazistas y neotrujillistas, que van en contra de la dignidad de las personas, olvidando que ante Dios todos somos personas... todos somos iguales.
Rodríguez Huertas afirma que el Leonel Fernández que hoy se opone al Proyecto de Ley de Trata de Personas y Tráfico de Ilegales, que él mismo suscribió durante sus gobiernos y encaminó una serie de reformas al respecto, ha perdido el sentido de la solidaridad y la dignidad humana. “Ese proyecto no es para unir a Haití con los dominicanos, han confundido el país por simple conflictos políticos… ese no es el Leonel Fernández que antes auspiciaba diálogos entre dominicanos y haitianos, era una actitud loable, su papel solidario durante el terremoto, tenía otra visión”, dice Rodríguez Huertas.
“Ahora, él ha observado un desplazamiento enorme de haitianos hacia la nación dominicana y ve que es inminente una unidad con Haití porque piensa ser presidente de nuevo”, consideró Rodríguez Huertas. Esa visión que tienen el expresidente Leonel Fernández y Vinicio Castillo Seman son la misma que tenían Trujillo y su gente de la tiranía, la cual hablaba de inmigrantes "deseados" y de "indeseados" a estos últimos les ponían impedimentos de vivir en el país.
Recordó que para entonces se discriminaba la raza africana y su dependencia, como a los asiáticos, “un documento firmado por el entonces presidente Jacinto Peynado padre en 1939 es parte de la historia, en el cual públicamente se estableció quiénes era los “deseados y los indeseados”, por eso cuando yo escucho estos señores hablando de estos temas pienso que nos estamos retrotrayendo”, afirmó Rodríguez Huertas.
El abogado estableció que no es lo mismo la trata de personas y la mafia de inmigrantes ilegales, ya que una se hace violando la dignidad humana, especialmente de mujeres y niños, mientras que la otra es un negocio burdo en el cual el propio inmigrante está consciente y paga y contribuye en la operación.
Esta posible ley se ha tomado para fines políticos, pero lo que se persigue fundamentalmente es darle una respuesta contundente, condenar a esos traficantes, incluso el migrante que se traslada de manera ilegal y de manera voluntaria, contrario a la trata...
Reiteró que en las dos primeras décadas del nuevo siglo muchas cosas se globalizaron, incluyendo la delincuencia por lo cual los países debieron buscar una salida conjunta firmando acuerdos con el mismo peso legal para todas las naciones de forma que se castigue la trata y el tráfico de personas. “Los verdaderos enemigos de la nación no son los que quieren imponer una ley, sino los que conocen la finalidad y hoy la usan para hacer malas políticas y defienden el tráfico de seres humanos, que es lo mismo que traicionar la dignidad humana”, sentenció Rodríguez Huertas.
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