By Carlos Hernandez
@CAHG_26
Ha pasado ya
más de una década desde que a Kylie Minogue le detectaran un cáncer de
mama con tan solo 36 años, pero para la artista australiana sigue siendo
difícil hablar del que sin duda fue el momento
más difícil de su vida a pesar de que en su momento decidiera hacer
público su diagnóstico para dar visibilidad a la enfermedad. De hecho, a
día de hoy continúa sin sentirse preparada para compartir los detalles
del duro proceso que vivió y cuyas secuelas
físicas y emocionales aún permanecen muy presentes.
"Cuando se
cumplieron diez años desde que lo superara, me eché a llorar. Decidí
hablar sobre ello porque me pareció que la gente debía saber algo, pero
nadie conoce la historia completa. Es un proceso
de larga duración y te afecta a todos los niveles. Algunos días siento
que todavía no lo he aceptado. Pienso: 'Ojalá pudiera seguir poniéndome
la misma ropa que antes sin que...', cambia muchas cosas. Me duele mucho
pensar en todo por lo que pasó mi familia",
revela la intérprete de 'Can't Get You Out of My Head' en una honesta
entrevista con la revista The Weekend Australian Magazine.Nueve
meses después de superar el cáncer por completo
gracias a una mastectomía parcial y a varias sesiones de quimioterapia y
radioterapia, Kylie volvió a subirse al escenario para continuar con la
gira de conciertos que se vio forzada a cancelar cuando le detectaron
el tumor. La diva de la música disco contó,
como ya lo hizo durante todo su tratamiento, con el inestimable apoyo
de su madre Carol, que no dudó en acompañarla en gran parte de las
actuaciones que hizo por Australia y el Reino Unido.
"[A mi madre]
le encantó. Dios, no quiero ni pensarlo, pero ella estuvo conmigo la
mayoría del tiempo y mi padre venía cuando podía. Incluso eso, que mis
padres estuvieran separados por largos periodos
de tiempo, no fue fácil para ellos. Somos una familia muy unida",
confiesa.
Tras romper
recientemente su compromiso con el guapo actor Joshua Sasse, Kylie ha
reducido su vida social para refugiarse durante una temporada en la
intimidad de su hogar, sin duda a la espera de que
amaine el interés por su último desamor.
"Me gusta la
tranquilidad, sentirme segura en mi espacio, en casa o en casa de otros,
donde sé que no hay móviles ni tengo que andarme con mil ojos para ver
qué sucede a mi alrededor", explica sobre
su tranquila rutina diaria.
Fuente:msn.
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