Un preso estadounidense que acababa de ser liberado de prisión después de 41 años, varios de ellos en confinamiento solitario, murió de cáncer.
Herman Wallace, de 71 años, falleció el viernes en la mañana en Louisiana.
Fue liberado el martes después de que un juez federal dictaminó que su convicción, por el asesinato de un guardia, había violado su derecho a un juicio justo.
El señor Wallace mantuvo su inocencia hasta su muerte, argumentando que le tendieron una trampa debido a sus vínculos con el movimiento militante Pantera Negra.
Amnistía Internacional indicó que las autoridades carcelarias de Louisiana lo habían hecho sufrir "un infierno".
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