El proyecto se exhibirá en Quinta Dominica en la Ciudad Colonial
Raíces del Cielo presentó una impresión fotográfica en lienzo de un majestuoso árbol milenario. El propósito del evento es invitar al público a sumergirse en la esencia del árbol añadiendo sus propias pinceladas a la obra. De esta manera, la creatividad de los participantes se une a la naturaleza plasmada en la imagen.
El artista comentó que “cada día se animará a los participantes a confiar en sus movimientos espontáneos. Cuando sueltan el control y confían en la fragilidad de su gesto, el pincel resonará con las áreas oscuras del árbol fotografiado, que ha sido impreso en tonos suaves sobre un lienzo. Ya sean árboles o piedras erguidas, todos son símbolos del eje que conecta el cielo y la tierra”.
En esta ocasión, Cédric Bregnard exhibirá la milenaria ceiba dominicana, el árbol más antiguo del país y declarado Monumento Natural. Quinta Dominica invita a todos, a partir de los 8 años, del 10 al 18 de abril, a descubrir la magnífica ceiba, guiados por la tinta y el pincel. Esta ceiba milenaria, como bien indica el título del proyecto, es una de las raíces del cielo aquí en la tierra.
El valeroso apoyo del Banco Popular, Fundación Propagas, la Embajada de Suiza y Nestlé en la República Dominicana han hecho posible la realización de esta exposición en contexto de la celebración del vigésimo aniversario de Quinta Dominica.
Renaud Anselin, fundador y presidente de Quinta Dominica, se siente honrado de poder presentar este proyecto, que además de resaltar la belleza y las características especiales de la ceiba, tiene como objetivo concienciar a la población sobre la protección y el respeto de la naturaleza. Asimismo, la educación ambiental se posiciona como uno de los pilares de la institución este 2024.
Sobre Quinta Dominica
Quinta Dominica es un centro cultural que opera en una casa construida a principios del siglo XVI en Santo Domingo de Guzmán, la ciudad más antigua del Nuevo Mundo. Al origen formó parte del Monasterio del Convento de los Dominicos y estas celdas monacales se convirtieron más tarde en aulas de la Universidad Santo Tomás de Aquino, primera universidad del nuevo mundo.
Recuperando un inmueble de gran valor histórico, esta casa fue adquirida en el año 1994 iniciando así un proyecto de restauración para apoyar la cultura, la historia, el arte y la educación.
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