Los participantes del proyecto recibieron capacitaciones teóricas y prácticas donde aprendieron cómo sembrar y nutrir los huertos en sus viviendas, además sobre la importancia de una dieta diversificada. El programa proveyó las herramientas necesarias a cada familia tales como: pico, azada, palas, rastrillos y regaderas para el mantenimiento de los huertos.
También se instalaron sistemas hidropónicos en las viviendas de ocho familias, los cuales permiten cultivar hortalizas en tubos de PVC, utilizando agua con nutrientes sin ningún tipo de sustrato, es decir, la planta dispone directamente de los minerales que necesita para su crecimiento. El proyecto por igual ha incluido la instalación y preparación de la tierra, así como las semillas que serán parte de la cosecha de cada huerto.
El principal objetivo del proyecto es que las personas puedan crear, mantener y cosechar los vegetales y las frutas para la preparación de los alimentos de sus familias y de ellos mismos. Los participantes del proyecto han expresado su gran agradecimiento a la Clínica de Familia, al Programa Mundial de Alimentos y al Ministerio de Agricultura, expresando que el proyecto les ha ayudado a mejorar su nutrición y responder a situaciones de inseguridad alimentaria en sus familias.
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